Recuerdo cuando un cliente tuvo problemas en una auditoría debido a errores en la clasificación de una inversión en bonos de deuda desde su reconocimiento inicial. Había registrado incorrectamente este activo financiero, lo que afectaba su valoración posterior y, en consecuencia, su estado financiero. Esta experiencia resaltó para ambos la importancia de clasificar y reconocer correctamente los activos financieros, de modo que la empresa refleje con precisión su situación y se eviten problemas al momento de los cierres contables.
Veamos cómo se realiza el reconocimiento inicial y la valoración posterior de los activos financieros, según las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), en tres categorías principales.
¿Qué son los activos financieros?
Los activos financieros son recursos económicos en forma de instrumentos financieros, como efectivo, derechos a recibir efectivo (por ejemplo, cuentas por cobrar y préstamos), e inversiones en valores como acciones y bonos de deuda, entre otros. Según las NIIF, un activo financiero representa el derecho contractual a recibir flujos de efectivo futuros o a intercambiar instrumentos financieros en términos favorables para la empresa. Este tipo de activos es fundamental para la liquidez y el rendimiento financiero de una entidad, ya que reflejan su capacidad para generar ingresos y cumplir obligaciones. Clasificar y valorar adecuadamente los activos financieros permite a las empresas medir su rentabilidad y los riesgos asociados de forma precisa.
Clasificación de los activos financieros
La NIIF 9 clasifica los activos financieros en función del modelo de negocio de la entidad y las características de los flujos de efectivo:
- A valor razonable con cambios en resultados (VRCR).
Reconocimiento inicial
Los activos en esta categoría se mantienen para negociación, es decir, la empresa busca aprovechar fluctuaciones de corto plazo en el mercado.
- Registro inicial: Estos activos se reconocen al valor razonable en la fecha de compra. Los costos de transacción no se incluyen en el valor inicial, sino que se registran como un gasto en el estado de resultados.
- Ejemplo: Una empresa compra acciones a corto plazo por 100,000 USD, con 1,000 USD de comisiones. Las acciones se registran en el balance a 100,000 USD, y las comisiones se reconocen como gasto.
Valoración posterior
En cada cierre, el valor se ajusta al valor de mercado, y cualquier ganancia o pérdida se refleja directamente en el estado de resultados, generando volatilidad.
- Ejemplo: Si al final del período el valor sube a 110,000 USD, se registra una ganancia de 10,000 USD en el estado de resultados.
- A valor razonable con cambios en otro resultado integral (VRCORI).
Reconocimiento inicial
Esta categoría se utiliza para activos mantenidos como inversiones estratégicas de largo plazo.
- Registro inicial: Los activos se reconocen al valor razonable, y los costos de transacción se incluyen en el valor de adquisición.
- Ejemplo: Una empresa invierte 200,000 USD en acciones de otra como estrategia a largo plazo, con comisiones de 2,000 USD. El valor registrado es de 202,000 USD.
Valoración posterior
En cada cierre, se ajusta el valor razonable, pero las ganancias o pérdidas se registran en el otro resultado integral, acumulándose en el patrimonio hasta la venta.
- Ejemplo: Si el valor sube a 210,000 USD, el incremento de 8,000 USD se registra en el patrimonio, sin afectar el resultado del período. Al momento de la venta, cualquier ganancia o pérdida acumulada se transfiere del patrimonio al estado de resultados, reconociéndose como un ingreso. Por ejemplo, si el valor de venta es 215,000 USD, la ganancia acumulada de 13,000 USD (215,000 USD menos el valor inicial de 202,000 USD) se registraría en el estado de resultados en el período de la venta.
- Activos financieros a costo amortizado.
Reconocimiento inicial
Los activos a costo amortizado incluyen cuentas por cobrar e instrumentos de deuda que la empresa mantiene para recibir flujos de efectivo contractuales.
- Registro inicial: Se reconocen al costo de adquisición más los costos de transacción.
- Ejemplo: Una empresa otorga un crédito de 150,000 USD, con costos de 1,500 USD. El valor inicial será de 151,500 USD.
Valoración posterior
Se usa el método de costo amortizado, ajustando el valor conforme se reciben pagos e intereses.
- Ejemplo: Si el crédito tiene una tasa de interés del 5%, cada año se reconoce el ingreso por intereses y se ajusta el saldo del activo.
Comparativa de valoración posterior entre las tres categorías
- VRCR: El valor se ajusta a mercado, y cualquier cambio se refleja en el estado de resultados.
- VRCORI: Los cambios en el valor se reflejan en el patrimonio, y no afectan el resultado del período, pero se reconocen como ingreso en el estado de resultados al momento de la venta.
- Costo amortizado: La valoración depende de los intereses generados y de los pagos recibidos, manteniendo la estabilidad de los ingresos.
Conclusión
El correcto reconocimiento y valoración de los activos financieros es crucial para presentar una situación financiera fiel y permite una mejor toma de decisiones. Clasificar adecuadamente los activos y aplicar el tratamiento contable correspondiente ayuda a garantizar la transparencia y confiabilidad en los informes financieros.